Es un masculino de entre 50 a 65 años que generalmente maneja un Peugeot 504 o Renault 9.
Este espécimen no presta un servicio sino que se encarga de hacer los viajes de sus pasajeros un vía crucis, es símil a viajar en un sarcófago.
Gusta de atacar a sus presas de manera individual y tiene la capacidad innata y ruin de detectar cuando el pasajero no quiere interactuar para iniciar un diálogo deslizando su frase de cabecera: "que loco esta el tiempo."
Siempre tiene una objeción para con el clima: si hace frío porque hace frío y se despacha con una anécdota incomprobable de su niñez recordando aquella vez que nevò en la Capital Federal y si hace calor porque hace calor y que èl jamás recordó un verano tan caluroso. Puede pasar décadas hablando del clima donde explaya incongruentes teorías y plantea absurdas hipótesis con bufonescas conclusiones.
Por lo general trabaja en turnos nocturnos y sintoniza radios que nadie jamàs en la vida
escucharìa, añora las èpocas doradas de FM Horizonte 94.3 y tiene orgasmos de placer auditivos con el Negro Oro y con el esperpento de Ari Paluch.
Es terriblemente egocèntrico y se jacta de conocer a la Capital como nadie. Cuando uno indica la direcciòn de destino, inmediatamente elabora el trayecto por el que se va a llegar màs rapido.
Menciona absolutamente todas las calles a recorrer no importa que uno tenga que recorrer 20 cuadras por la misma calle en lìnea recta, èl conoce otro camino mejor. Es muy frecuente que se equivoque el nombre de una calle a propòsito para decir que ese es el nombre de la calle pero del otro lado de Rivadavia y demostrar que no es ningùn improvisado.
Comenta lo peligrosa que esta la noche y lo mal que se maneja sobre todo los adolescentes que van todos en "curda". Cuenta choques que viò en Crònica TV como si le hubiesen ocurrido a èl.
Menciona que en "sus 15 años arriba del taxi nunca se vivio una situaciòn asi".
El momento cùlmine del viaje, el clìmax mismo, es cuando cuenta la anècdota de la vez que le robaron, anècdota que habrà contado màs de 3000 mil veces y a la que cada vez le va agregando màs detalles sensacionalistas producto de su fanatismo por la sexta ediciòn de Crònica y Policìas en Acciòn.
Siempre pero siempre critìca al Presidente (sea el que fuese) y detesta a los piqueteros porque son unos "negros de mierda" que nos les gusta trabajar y que por culpa de ellos
tenemos "el país que tenemos" y redondea el concepto con un categórico: "hay que matarlos a todos"
Desconoce el concepto de onda verde dado que un viaje de diez minutos equivale a un año canino.
El taxista pesimista està orgulloso de su retòrica y su amplio conocimiento sobre temas de coyuntura y de agenda polìtica producto de repetir como un loro barranquero lo que escucha en Radio 10. Este destructor de tìmpanos està convencido de que es un erudito y una persona interesentìsima que conoce a fondo la economìa y el problema de la Argentina.
Cuando uno finalmente llega destino gusta despedirse con frases como:
"y bue... es lo que nos toco" o "no queda otra que seguir" y mientras tanto nos engrampa diciendonos que no tiene monedas para darnos de vuelto